El proyecto responde a la necesidad urgente de transformar una perrera obsoleta, concebida para el encierro, en un verdadero centro de protección animal que garantice el bienestar físico y emocional de los animales. Actualmente, las instalaciones son insuficientes, poco funcionales y no cumplen con los estándares actuales de protección ni con las expectativas sociales respecto al trato digno de los animales.
El proyecto “De perrera a Centro de Protección Animal: que el cambio no solo sea el nombre” tiene como objetivo principal la transformación integral de las actuales instalaciones municipales destinadas a la recogida de animales abandonados en un verdadero espacio de protección, bienestar y dignidad animal.
Actualmente, las instalaciones, concebidas como una perrera tradicional, no responden a los criterios mínimos de bienestar ni a las necesidades físicas, sanitarias o emocionales de los animales. Con este proyecto se pretende reformar progresivamente el espacio para adecuarlo a un nuevo modelo de gestión centrado en el cuidado, la socialización y la adopción.
La actuación se dividirá en varias fases. En primer lugar, se mejorarán los cheniles existentes y se crearán zonas diferenciadas para cachorros, gatos y animales en cuarentena. Se dotará al espacio de parques de esparcimiento, zonas de socialización y áreas de estimulación olfativa. Además, se construirá una sala de consulta veterinaria y una zona de hospitalización.
También se contempla la creación de un parque felino abierto (catio) y espacios exteriores con sombra y enriquecimiento ambiental. El proyecto incorpora la sostenibilidad mediante un sistema de reciclado de aguas usadas para limpieza y riego.
Además, el nuevo centro estará abierto a la comunidad: se habilitarán espacios para formación, actividades educativas y eventos solidarios. Esta apertura fomentará la adopción, la sensibilización y la implicación ciudadana, contribuyendo a un cambio real en la percepción y el trato hacia los animales abandonados.
Con este proyecto, se busca no solo cambiar las instalaciones, sino también el modelo de atención y el vínculo entre el municipio y sus animales.
Al finalizar el proyecto se espera contar con un centro funcional y adaptado al bienestar animal, con zonas diferenciadas para distintas especies y necesidades, espacios de socialización y consulta veterinaria. Se mejorará la calidad de vida de los animales acogidos, se reducirá el estrés, se incrementarán las adopciones y se reforzará el vínculo entre ciudadanía y centro mediante actividades educativas y de voluntariado.